jueves, 18 de abril de 2013

de peras a pájaros


Al principio, el sabor de una manzana fue demasiado ácido. Hasta que aterrizamos en el mundo de las peras; consistencia suave y dulce que a mi hijo le encantó. Hoy de mañana se transformaron en pájaros, se echaron a volar y nos llevaron hasta la copa de un árbol. Allá arriba, entre las hojas, el sol tejía al tiempo sin prisa ni ansiedad. Sin darnos cuenta, habíamos  entrado en la Historia de una pera, un cuadro de Clarina Vicéns. Cuando regresamos a casa, sólo quedaban las cáscaras.