jueves, 22 de julio de 2010

kenia, tierra de nadie - tierra de todos (1)

Cuando llegamos por primera vez a la sabana keniana, tuve esta sensación: estoy en tierra de nadie y en tierra de todos. La primera impresión fue la de una tierra despojada; no se veían personas por ninguna parte, sino sólo animales, a excepción de otras camionetas de viajeros con las que nos cruzábamos cada tanto. Pero, naturalmente, nadie se atrevía a caminar por la sabana. Los únicos pobladores de aquella desmesurada naturaleza eran los búfalos, elefantes, gacelas, cebras, pájaros de todo tipo y color, entre otros tantos animales salvajes. Ellos estaban libres y nosotros encerrados dentro de la camioneta, especie de jaula humana con ruedas.
Nubes y más nubes de polvo se iban levantando sobre la marcha, mientras atravesábamos caminos de tierra con nuestra precaria camioneta-jaula. Un profundo silencio caía sobre nosotros; llovizna que nos iba penetrando sin darnos cuenta. Sólo el gemido de algún animal interrumpía aquel silencio de vez en cuando. Entonces, era como haber llegado a la casa de los animales; la sensación opuesta a la que tenía de niña, cuando iba al parque zoológico de Montevideo o de Buenos Aires.
En medio de la sabana me desarmé ante la fuerza del reino animal, y me vi aún más pequeña frente a esa imponente naturaleza. Sin embargo, a medida que iba transcurriendo el tiempo, empecé a sentirme parte de todo aquello. El miedo fue disipándose, como las nubes cuando se corren en el cielo y dejan que se vea la cara del sol completamente despejada. Así fue cómo me conecté con ese sentimiento ancestral; me sentí parte del origen de todas las cosas. Y fue en ese momento en que pensé, “estoy en la tierra de todos; aquí también es mi casa”.
Ahora, a veces, caminando por las selvas ciudadanas me descubro con más miedo del que tuve aquella vez en medio de la sabana.

2 comentarios:

  1. ¡Muy bueno, Ale! Qué experiencia magnífica. Espero más anécdotas de Kenia. Me encantó eso de tierra de nadie, tierra de todos.

    Un gran abrazo desde Bs As.

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  2. Hola Fer, cómo estás? Espero que muy bien. Gracias por pasarte por aquí. Pronto compartiré algunas anécdotas más sobre Kenia. Ya las veras!

    Un beso grande, Ale

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