jueves, 8 de septiembre de 2016

tango


Cuando escucho tangos, escucho recuerdos: Mis abuelos con la radio encendida un domingo de mañana en la cocina. Los canarios dando vueltas entre los pies del abuelo Tito, mientras él leía el diario, la abuela contaba historias, y yo los contemplaba regocijándome en el calor de la mañana. Un músico callejero tocando La Cumparsita con un acordeón, las plazas desbordadas de palomas, y un fotógrafo con una cámara de esas que tenían un trípode. La palabra Tango me devuelve a la Plaza del Entrevero y veo a mi abuela bailando con una mezcla de entusiasmo y de nostalgia. Cada vez que suena el tema Libertango de Piazzolla, siento una vez más las luces del escenario sobre la piel de la época en que bailaba... 

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