lunes, 27 de junio de 2011

diario VIII

Corregí toda la mañana. Ya sólo se trata de ínfimos detalles de estilo. Ahora, me doy una pausa para almorzar. Contemplo el reflejo del sol sobre una flor blanca con pecas marrones en uno de sus pétalos.

Estoy en el parto final de la novela y el cielo despejado me da fuerzas para seguir hasta a la última estación. Este viernes me comprometí a enviársela a una amiga colega de toda mi confianza, y por eso estoy transpirando los últimos ajustes...