lunes, 7 de abril de 2014

tejidos de la noche


En medio de la noche. Cuando el silencio se hace aún más profundo y las calles están apenas iluminadas, regreso cada jueves de dar clases en Rotterdam, y me encuentro a los mismos patos vagando por el parque (creo que son los mismos) pero quién sabe. Atraviesan la noche como yo. Tranquilos y despojados de expectativas. Es bajo ese cielo azul marino donde los colores de las cosas se intensifican, los sonidos se apagan, los aromas de la precipitada primavera estallan y me llenan de inspiración. A veces, hasta me cuesta dormir. Mis noches no están pobladas de fantasmas. Mis demonios no tienen nada que ver con la oscuridad o con la luz. Se asoman desde muy lejos, desde muy en lo profundo en mi inconsciente y sin que yo les de permiso, echaron sus oscuras semillas hace mucho tiempo, pero elegí no regarlas, dejarlas a un costado cosechando la calma, la intensidad y el silencio de las noches. Y es esa hora del café y del remanso donde mi mente recapitula los hechos del día: Qué de nuevo hizo mi hijo, en qué momento estuve de mal humor y por qué, por dónde paseamos juntos, qué compartí con mi esposo, qué tareas hice y cuáles quedaron por hacer. Mi hijo tiene un libro que se titula: In midden van de nacht (en medio de la noche). No hay texto, sólo imágenes a las que uno puede agregar palabras, historias, si es que lo necesita. Pero las imágenes ya tejen su propia noche llena de personajes: Parejas que sacan al perro a pasear, jóvenes en bicicleta, una mujer dormida en un balcón, un hombre leyendo un libro con una linterna, un tren nocturno llegando a la estación a las 22:15, niños que duermen en su dormitorio, gatos trepados a un árbol, una ardilla bañándose en una fuente, el dueño del Hotel de Gans entrando las sillas y las mesitas puestas en la vereda. Ahora, la noche se me presenta con las ramas de los árboles acariciando la ventana, y La novela luminosa de Levrero apoyada sobre la falda, mientras espero la llegada de mi esposo, dispuesta a que la inspiración deje sus pinceladas en esta noche de abril.