miércoles, 13 de enero de 2016

Silencios


Todavía hay una lámpara encendida.
Chris duerme a mi lado
y Fabrizio, en la habitación de enfrente.
La noche se vuelve una hoja en blanco.
El silencio espera, ansioso, 
ser completado con palabras azules.
Palabras que podrían decir
que es el final del día.
Ya es hora de dormir,
hora de entregarse 
a la suavidad de las sábanas. 
Sin embargo, cada letra es un comienzo,
es el inicio de un año  
que se está por develar,
con sus días y sus noches,
con sus lluvias y sus soles.
Todo está abierto, expectante, 
sin delinear. Y el aire lleno de anhelo 
de ser respirado a pleno pulmón. 
Cada segundo, en cada lugar, 
en un encuentro, en una mirada,
un deseo, una espera, algo por
completar. Apago la luz, empiezo a soñar.
Todavía un poco despierta.
Fabrizio y Chris siguen durmiendo.
El resplandor de las luces de la calle
se filtra por las ventanas.
La noche se ensancha aún más
con los silencios. Me está esperando.
Me entrego a ella. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario