martes, 13 de junio de 2017

verano en Delft


Hoy es una tarde en la que parecería que nadie tiene apuro. 
La gente se desplaza por las callecitas con aire distendido, es que el verano florece en cada esquina, y una abuela con su nieta le dan trozos de pan a los patos, una muchacha lee un libro sentada al borde de un canal, una pareja de jóvenes italianos comen helados debajo de un árbol. Si tuviera una lapicera y un papel me pondría a escribir. Como no los tengo, grabo estas imágenes en mi iPhone para transcribirlas a la lupa. Camino por el borde del canal, una brisa fresca me acaricia la cara, saboreo una frambuesa debajo de la lengua, y sigo recolectando imágenes que se me cruzan: Un barco lleno de turistas pasa por debajo de un puente, una mujer con una capelina amarilla, como si se hubiera escapado de un cuadro de Renoir, me saluda desde la proa con un pañuelo en la mano. Quizá sea este aire distendido o la falsa despreocupación de la época en que no tenía un hijo, lo que a veces extraño; sin embargo, en aquellos tiempos siempre estaba preocupada por algo, cuando en realidad se trataban sólo de fantasmas revoloteando en mi cabeza, cosas inconsistentes, incomparables con la vida de un hijo. Es extraña la sensación de que un hijo nunca está lejos, de que ocupa un espacio dentro de uno constantemente. Fabrizio está ahora con su padre en la clase de Taekwondo. Una parte de mí disfruta del paseo, de un tiempo libre, y otra parte está con él o él está conmigo. Su cara pequeña y sus ojos vivaces son una foto grabada a fuego en la memoria. Su mirada de niño curioso viene y se va como las olas, y se acompasa con colores, aromas, y sonidos de esta tarde de verano en Delft. 


6 comentarios:

  1. Me encantó esta entrada, porque aparte de la belleza que describes,la sensación de calor y esa pereza que a veces acompaña al verano, la emoción encontrada de sentirte feliz de tu soledad y tu paseo,con la de sentir ese lazo indestructible con tu hijo.
    Precioso,como siempre.

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  2. ¡Muchas gracias por tus tan alentadores comentarios! Realmente me estimulan a continuar, a seguir creciendo con la Lupa en mano.
    Un gran abrazo y a disfrutar del verano


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  3. Preciosa tarde.
    Está bien que disfrutes del tiempo libre.
    Un abrazo.

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  4. ¡Bienvenida Amapola a la Lupa!
    Gracias por acercarte, leer, y compartir.
    Abrazo.

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  5. Qué bueno ese rincón, y cuanta paz. Como se habla de hijos, no sé por qué me parece que esta entrada mia igual te gusta, chica de la lupa. Que buena tu visita y que bueno encontrarte.
    http://siguiendolospasosdebarro.blogspot.com.es/2017/05/ya-se-que-esta-entrada-es-repetida-pero.html

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  6. ¡Bienvenida Ángela!
    Muchas gracias por acercarte y compartir.
    Con mucho gusto leeré tu página. Gracias.
    Entre hoy y mañana saldrá la Lupa otra vez.
    Abrazo,

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