jueves, 13 de marzo de 2014

retorno al mar


El mar se siente tan poderoso que no hay forma de escapar, me devuelve a la profundidad del silencio, a la certeza del presente, y retorno a ese lugar de mí donde no hay espacio para los fantasmas, donde los ruidos de la mente inquieta se callan y un segundo se respira eterno. Las manos hundidas en la arena, mi hijo a mi lado descubriendo esa nueva textura, mi esposo también sentado frente al mar. Los tres bajo el infinito cielo azul de este día. Y mi espíritu agradecido vuela con las cometas de esta temprana primavera. 

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