martes, 29 de agosto de 2017

en el café


                                               Fotografía: Alejandra Darriulat


Dos sillas, una mesa pequeña y dos cafés, son suficientes para instalar el momento del encuentro. Las horas se desvanecen en un silencio de tul blanco. Las miradas llevan y traen las emociones más profundas, y determinan el tono de voz con el que se van a atrever a salir algunas palabras. Cuando te miro a los ojos, me olvido de que el mundo gira tan de prisa, cuando callas y esperas a que diga algo revolviendo el fondo del café, es un instante tan frágil como el cristal. Por momentos no hay nada que decir. No es necesario llenar los vacíos de ruidos. Una mano sobre la otra, una caricia en la mejilla, un respirar la noche juntos, eso basta. 

2 comentarios:

  1. Así es la sensación de plenitud con alguien, ( o a veces con uno mismo) basta solo el silencio, basta solo un lugar donde te sientas cálida y acogida. Es muy hermoso lo que transmites!
    Un besazo!

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  2. Sí, son esos momentos y sensaciones que no quiero perder. Escribirlos es una forma de mantenerlos vivos. Gracias, ¡amiga!

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