lunes, 11 de abril de 2011

diario III

La cocina, llena de frutas. El sol las acaricia. Naranjas, manzanas, y bananas, desbordan una vasija de madera. En el zócalo de la ventana los tulipanes abren sus pétalos hacia la luz. De noche, siempre se cierran para dormir. Cómo me gustaría capturar ese movimiento sutil de las corolas cerrándose cuando oscurece.
Afuera, los patos y los cisnes toman sol al borde de los canales, y los gatos, sobre el tejado de las casas. Los cerezos japoneses de la calle Choorstraat florecieron otra vez. Desde lejos, sus ramas parecen tupidas de copos de algodón. Las terrazas se llenan de coloridas ropas.
La gente sonríe en la calle y mira a los ojos cuando habla con más tiempo que en invierno. Llegó la primavera. Y a pesar de lo terrible que aún pasa en el mundo, estamos vivos, y podemos hacer algo.

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